La vez que crei que podia vivir de escribir poquito

Después de ganar el concurso de cuento mi confianza se levantó mas de lo que merecía y pensé que podía entrar a mas concursos y ganarlos, que si escribía al menos un cuento por semana y ganaba al menos un concurso cada dos meses podría ser una importante fuente de ingresos. Me da pena decirlo pero incluso llegue a pensar que podría vivir de eso. Tan ilusa.

México es uno de los países con mejores premios literarios, si, hay dinero para la literatura, pero también es muy seguro que haya corrupción en esos concursos. De todos modos, empecé a producir.

Mandé textos a muchos concursos, muchísimos, incluso en algunos incumplí la regla de no mandar el mismo texto a mas de un concurso a la vez. Lo único que quería era sentir ese rush de adrenalina de volver a ganar, quería la reafirmación de que mis cuentos valían. Spoiler no.

Supongo que ahí estuvo el error, quizá no volví a poner la misma intensidad, quizá solo estaba pensando en el premio y no tanto en lo que yo estaba dando.

Recuerdo en especial dos concursos, uno de Prada, sí la marca de lujo, los seleccionados viajarían a NY creo que para una cena y eventos de la marca, el caso es que yo ya me veía allá en la gran ciudad, como dirían los New agers, lo decreté, lo visualicé y esperé a que el universo me lo concediera. Escribí un cuento largo en el que también puse todo mi corazón pero resultó un poco cursi, tipo película adolescente de los 90s. Nunca me llamaron. El segundo concurso que mas recuerdo fue uno del gobierno de Michoacan, convocaban a un cuento de terror costumbrista y en ese puño de cuentos mugrosos que tenía guardados tenía algo que encajaba perfectamente, otra vez, ya me veía viajando a Michoacan por mi premio. En la pagina chafisima del concurso anunciaron al ganador, no quiero sonar como la típica mala perdedora, pero era el peor cuento que había leído, no solo yo, la pagina se lleno de comentarios de odio y de acusaciones de fraude ya que el premio era un monto único de 80 mil pesos. 

Después de algunos meses desistí, me di cuenta que solo estaba cazando premios, y me torturaba pensando que quizá solo había sido un one hit wonder. Colgué la pluma por así decirlo.


Yo cuando releo los cuentos que mandaba a concursos y que creía que eran lo máximo:




Comentarios

Alexander Strauffon ha dicho que…
Muchos hemos cometido el pecadillo que mencionas. De pronto te das cuenta que no sabes a cuál de los concursos o convocatorias es el adecuado. Hay muchas carreras de escritor que se quedaron en la planeación, tal cual comienzas señalándolo en tu relato. Pero la lucha le hiciste por ese lado, muchos no hacen ni un intento.
Lady Diabla ha dicho que…
Sabes que odio ese termino de "soy escritor frustrado" a ver porque frustrado? a cuantas convocatorias has mandado textos, en cuantros lugares has publicado de a gratis, cuantas editoriales te ha rechazado?

En fin, aca andamos por amor a la escribidera.
Alejandro Aguilar ha dicho que…
Pos yo he vivido de esto los últimos ¿cuatro meses, ya?, pero no he mandado nada a concursos, si acaso uno que otro, pero no dan premios, nada más los publican. Pero eso sí, hay muchos días que no tengo que comer y otros tantos que mi mecenas me da alcohol y en lugar de dinero. Pero por lo menos ha salido para pagar la renta.
Creo que depende de que es lo que quieres o como te visualizas en esto de la escribidera, yo mientras saque para la renta, los cigarros y una torta del chavo, la armo, por el momento.



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